Si un árbol se cae en medio del bosque y nadie lo oye, ¿hace ruido?El otro día me dio por reflexionar sobre este viejo dilema filosófico. En mi juventud, cuando lo escuché por primera vez, mi respuesta hubiera sido un sí. Me chocaba incluso que alguien lo pusiera en duda, pues un hecho es un hecho independientemente de si tiene o no testigos.
Ahora mi opinión es otra.
Una vez me sorprendió comprobar la cantidad de películas de las que no era siquiera consciente (y no estoy hablando de un oscuro producto de la industria cinematográfica coreana, sino de obras con directores y actores bien conocidos que por lo que sea no han llegado a mis oídos). Si no veo una película, aunque exista potencialmente “ahí fuera”, no tiene ningún impacto en mi vida y, por lo tanto, no existe (para mí). Lo mismo se podría decir de libros, obras de arte, acontecimientos, personas, etc.
El asunto del árbol enlaza con cuestiones fascinantes acerca de la naturaleza de la realidad. ¿Existe una realidad objetiva? ¿Es posible un universo material “ahí afuera” si no hay seres conscientes de él? Hay quien puede decirme, evitando las implicaciones más trascendentales, que la respuesta dependerá de cómo definamos el sonido: el árbol no hace ruido cuando lo entendemos como la sensación producida en el oído por el movimiento del aire; sí lo hace cuando consideramos el sonido la vibración mecánica transmitida por un medio elástico.