viernes, 28 de marzo de 2014

En el mes del libro: ¡concurso Goodreads!


Estamos a punto de entrar en el mes más bonito del año para todos los que amamos la lectura. El próximo 23 de abril se celebra el Día del Libro. En sinerrata lo celebramos con muchas ganas y haremos diferentes actividades y una de ellas es un concurso.

Uno de los objetivos que nos pusimos desde el principio de esta andadura era ser capaces de crear una red abierta y comunicativa entre todos los que nos movemos entre libros y las historias que nos cuentan, que nos hacen reír, soñar, viajar o pensar. Queremos darle un empujoncito a uno de los puntos de encuentro que nos facilitan esta tarea, Goodreads. Así, hemos pensado que si os encontráis con nosotros allí, os recompensaremos con mucha y buena lectura. 

Cuándo participar: del 1 al 15 de abril.

Cómo participar: 1. Primero déjanos una reseña de cualquiera de nuestros libros en Goodreads. 2. Luego, anúncialo en las redes. Puedes contactarnos en nuestras cuentas de Facebook y/o Twitter. Tú eliges dónde compartir. 3. Y finalmente, te apuntas aquí abajo en el módulo del sorteo
Si aún no eres usuario de Goodreads, puedes apuntarte aquí.

Cada comentario en Goodreads vale un punto. Y cada mención en las redes otro punto. 

Cuál es el premio: 3 con 3 + 3.
Tres ganadores.
Tres novedades a elegir de nuestro catálogo actual otras tres novedades de la próxima temporada.
Los tres ganadores se anunciarán el 17 de abril, aquí en el blog y en nuestras redes sociales. 

¡Mucha suerte, gracias por participar y feliz mes del libro!

Ganadores del concurso Goodreads

Ya tenemos los 3 ganadores de nuestros 3 libros del catálogo + 3 novedades: ¡enhorabuena a @Elena_Delos, @WhiteThesseion y @palabrasyletras!

Y muchas gracias a todos por participar, ¡feliz Día del Libro!
 
a Rafflecopter giveaway

jueves, 27 de marzo de 2014

Una sola lengua, un solo mercado

No hace falta que diga, creo, que uno de mis blogs de cabecera sobre edición es @ntinomias libro, lo menciono en estos posts con bastante frecuencia (como en este o este otro) y han inspirado muchos de ellos (además de haberme proporcionado abundante información y reflexiones).


Hace un par de días su autor, Manuel Gil, publicó en él un fantástico artículo sobre el crecimiento de la edición digital en Latinoamérica, sustentado con cifras de libros editados y también de usuarios online, en el que también incluye sus consideraciones acerca del efecto beneficioso de los ebooks y la impresión bajo demanda en el mundo editorial a los dos lados del Atlántico.

No podría estar más de acuerdo, y me vienen a la memoria las primeras entrevistas que me hicieron en los primeros tiempos de sinerrata, en las que normalmente me preguntaban por el motivo de apostar por la edición digital. Hay muchos factores, desde luego, pero uno de ellos siempre ha sido el hecho de poder contemplar todo el ámbito hispanoparlante como un solo espacio en el que puedan confluir lectores, autores y editoriales.

Yo, como lectora, quiero leer no solo a los grandes escritores latinoamericanos, sino también a esos pequeños que encuentran su camino hasta el libro allí y, hasta hace muy poco, nunca llegaban aquí. Yo, como editora, quiero publicar también a esos autores y que esos libros alcancen a todos los lectores con los que comparto una lengua, estén donde estén. Esta es, sin duda, parte fundamental de la belleza del ebook.

jueves, 20 de marzo de 2014

Que cada uno lea lo que quiera


Gracias a Twitter, y a @PLCAndalucia, que fue la cuenta que lo tuiteó ayer por la mañana, recuperé este fantástico póster del escritor Daniel Pennac, ilustrado por Quentin Blake y producido por la editorial francesa Gallimard. Me parecen muy pertinentes todos y cada uno de los derechos que se exponen en él, y me gusta recordarlos de vez en cuando porque algunos de ellos suelen ignorarse o machacarse repetitivamente, muchas veces por los mismos que deberíamos estar defendiéndolos a capa y espada.

Para empezar, habría que tener bien presente cuál es la prioridad para todos aquellos que nos dedicamos de una forma u otra a la palabra escrita, y esta debería ser, al menos en mi opinión, la lectura. Partiendo de esta premisa todo lo demás cae por su propio peso: da igual cómo, dónde, cuándo y qué, lo que importa es que se lea. Y que se disfrute, de ahí la obligación final: si forzamos esta actividad es probable que perdamos a un futuro lector.

Los editores, y también los críticos, tenemos tendencia a decir qué es lo que hay que leer y qué no, qué es Lectura y qué no merece ese calificativo. Pero yo siempre he creído que leer está por encima de opiniones, tendencias o dogmas. Cada cual que lea lo que quiera, pero que lea.

jueves, 13 de marzo de 2014

El IVA de los libros electrónicos

Ayer nos encontramos con la noticia de que el Congreso, o, mejor dicho, la mayoría absoluta del Partido Popular, había echado para atrás la propuesta de Convergència i Unió para bajar el IVA de los libros electrónicos y otros productos culturales que se consumen bajo descarga, como la música y el cine, del actual 21% al superreducido 4% del que disfruta, por ejemplo, el libro de papel. El rechazo es debido, según se informa, a que el asunto es competencia europea y no española.

Aunque el argumento es totalmente cierto, y es la Unión Europea la que en alguna de sus normativas contempla las descargas* (no así los ebooks que se comercialicen en cualquier tipo de soporte tangible, como un cedé, tarjeta de memoria o lápiz óptico) como un servicio y por tanto no susceptible de beneficiarse de un tipo de IVA superreducido, me quito el sombrero ante otros países vecinos, es el caso de Francia, que se han atrevido a bajarlo aunque tengan que aguantar las broncas correspondientes por parte de Europa.

El camino deber ser, por supuesto, eliminar esa premisa absurda de contemplar la descarga como servicio, sin pararse a analizar qué es lo que se está descargando, pero en este caso el rechazo a la propuesta me parece una simple excusa del gobierno para seguir ignorando al sector cultural. Y no se trata de entrar en argumentos manidos como el de la federación de gremios con la piratería, sino de declarar la cultura en general y la lectura en particular como una prioridad estatal y apoyarla también fiscalmente


* He encontrado este artículo, bastante antiguo, donde se explica el tema de las descargas y su consideración como servicios y no productos, gracias a los comentarios en el post sobre el IVA de los ebooks de Jaume Balmes.

jueves, 6 de marzo de 2014

Editores, precios y lectura


En el mundo editorial tenemos una serie de debates recurrentes, imagino que en todos los sectores ocurrirá lo mismo, uno de los más habituales es el del precio de los libros, digitales o no. 

Cada vez que leo algo sobre el tema, como este correctísimo post del autor Javier Pellicer (referido al libro impreso pero de total aplicación al electrónico, que, aunque con conceptos y repartos algo diferentes, también tiene su coste), dos ideas principales me vienen a la cabeza.

Por un lado, me resulta un tanto preocupante esa imagen que algunos defensores de la carestía de los libros tienen y transmiten de las editoriales, una especie de monstruos que editan y publican como podrían fabricar ruedas y ganan dinero a espuertas a base de timar a los lectores y exprimir a los autores. No voy a entrar a rebatir el argumento, pero sí me pregunto por enésima vez qué hemos hecho mal los editores para mostrarnos de ese modo y cómo podemos corregirlo, dando valor a nuestro trabajo.

Por otro lado, en momentos de crisis como los que vivimos el precio es ciertamente un factor limitante a la hora de acceder a la lectura, al menos vía compra, y encuentro muy necesario un esfuerzo consciente y constante por parte de todos para que los libros estén al alcance de todo aquel que quiera leer, por ejemplo protegiendo y promoviendo las bibliotecas, amenazadas también por la crisis (y los recortes), pero tan vigentes y necesarias como siempre y como nunca.

Aprovecho para señalar que el libro electrónico y la explosión digital también pueden aportar su granito de arena en este sentido, gracias a sus precios más bajos y a iniciativas que incluso permiten leer gratis, como Proyecto Gutenberg o 24symbols.